La
Asamblea de Estudiantes de Logroño ha denunciado que, en la tarde de
ayer, durante una recogida solidaria de material escolar, varios de sus
miembros sufrieron "un ataque premeditado de índole fascista"
Álvaro Villar, miembro de la Asamblea de Estudiantes de Logroño cuenta que estaban "recogiendo material escolar para gente desfavorecida y en
paro y aparecieron ocho encapuchados de negro y nos pegaron".
Los
agresores llegaron de repente, desmontaron la mesa en la que la Asamblea
trabajaba, les pegaron y se fueron tal y como habían venido. No avisaron, no dieron explicaciones, nada.
La Asamblea de Estudiantes de Logroño está formada por chicos y chicas de entre 17 y 30 años que ahora mismo trabajan para
facilitar el inicio del curso escolar a familias con pocos recursos. "No vinieron a por uno de nosotros, sino a por todos",
manifestaba Álvaro. "Ten en cuenta que la mayoría de la gente con
necesidad es inmigrante, y eso no les debe de gustar a los nazis".
Según explica el colectivo en una nota, la agresión se produjo alrededor de las 19,30 horas, en la Plaza Primero de Mayo "por 8
personas vestidas de negro y cubiertas con pasamontañas, algunos de los
que portaban además tatuajes de los ultras del Logroñés, o símbolos
ultraderechistas tales como una cruz céltica".
Desde la Asamblea se critica "el desamparo sentido por
los miembros de la Asamblea de Estudiantes, víctimas de este ataque,
debido según palabras de la Policía Nacional a la "falta de efectivos
policiales", ya que, "tras
varias llamadas a las diferentes líneas de emergencia, ningún coche
policial u oficial se presentó, dejando la situación y las denuncias en
manos de los estudiantes y sus familias y de las personas que fueron
testigos del ataque".
"Llamamos a la policía y nos dijeron que estaban todos
los efectivos ocupados con la vuelta ciclista y que no podían
atendernos, solo podían enviar una ambulancia", manifiesta Villar. "Para
eso, podíamos ir nosotros al hospital".
Tras
los hechos, la Asamblea recogió el material escolar que los ocho
vándalos habían destrozado, pusieron la mesa y continuaron con su
actividad solidaria. "No íbamos a parar porque a ocho personas
con la cara tapada no les guste, y hoy seguiremos con la recogida en
Sagasta", admite con valor. Para ellos, "es mucho más importante ayudar a familias desfavorecidas que la agresión de unos pocos".
"Recoger material escolar de forma solidaria, promover el
intercambio de libros entre familias, demostrar que creemos que la suma
de todos nuestros esfuerzos es necesaria ha sido una iniciativa acogida
con respeto y agradecimiento por muchos ciudadanos. Esto, es lo que
querían destruir ocho personas vestidas de negro y con pasamontañas",
señala la Asamblea.
Al parecer, "la policía ha identificado a uno pero
todavía tienen que encontrarlo y esperar que delate a los demás",
confesaba el joven. "Algunos de nosotros tenemos heridas, esto es un
delito. Iremos a juicio y esperaremos a que actúe la justicia", concluía
Villar.
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