En 2010 uno de cada 10 jóvenes españoles volvimos a casa de nuestros padres. No hemosvuelto a casa por Navidad, hemos vuelto porque no tenemos donde ir. Esta Gran Depresión nos está expulsando a los jóvenes del sistema, a la miseria: somos la generación mejor preparada de la Historia de España y ahora vivimos peor que nuestros padres. Y con el Pensionazo viviremos peor que nuestros abuelos.
Si analizamos los datos de paro juvenil encontramos que 43,6% de las y los jóvenes que residimos en el estado estamos en situación de desempleo, el doble del paro juvenil de laUnión Europea. Y en cuanto a aquellos y aquellas que pueden trabajar encontramos una tasa de temporalidad laboral superior al 47%. Una temporalidad que se traduce en bajos salarios, inestabilidad en el empleo e ínfimas condiciones laborales, que ponen demanifiesto la precariedad laboral que sufrimos.
Un sistema que necesitaba jóvenes precarios, con bajas condiciones laborales y sueldos bajos, que se adaptasen a horarios siempre cambiantes y explotadores, y que a su vez tuviesen que hipotecarse para poder desarrollarse. Las consecuencias son evidentes: han condenado a toda una generación a vivir peor que la anterior.
Pero no es solo en el mercado laboral donde se evidencia como este sistema obvia y condena a la juventud, sino también en el educativo. La serie de reformas de educación que vienen dándose y que han culminado con la implantación del plan Bolonia y la Estrategia 2015, nos muestran como los mercados se han apropiado de las universidades, elitizándolas y despojándolas del carácter humanístico que estas poseían. Evidentemente esto obedece auna simple razón, el mercado no necesita tanta mano de obra cualificada.
Los altos directivos españoles son los mejores pagados de Europa y su sueldo no ha parado de crecer a pesar de la crisis.
Somos uno de los países de Europa con mayor desigualdad entre hombres y mujeres. La brecha salarial es del 22 por ciento. Es decir, a iguales trabajos la diferencia de sueldo entre un hombre y una mujer está en más de un 10 por ciento. ¿Qué democracia es esta en la que, según los datos, lo peor que te puede pasar es ser joven, mujer y cualificada? La respuesta es que vivimos en una democracia en la que tanto PSOE como PP han regalado la soberanía del pueblo a los poderosos.
Una democracia que para garantizar la resignación del pueblo nos educan en el analfabetismo político, por eso somos más necesarios que nunca para hacer ver a las trabajadoras y trabajadores, a los jóvenes, a los pensionistas, que no es obligatorio elegir entre lo mismo y lo mismo, como dice Galeano.
Es necesario que llenemos las urnas de rebeldía, que nos enfrentemos al sistema para darle la vuelta, porque por mucho que ahora gracias al terrorismo de Estado de Estados Unidos a su antiguo aprendiz Bin Laden se acalle la voz de las protestas árabes, es sólo en el Norte de África donde podemos encontrar una tasa de paro JUVENIL equiparable a la nuestra. Y los jóvenes españoles ya tampoco tenemos nada que perder y sin embargo, un mundo por ganar. Por eso, hemos de gritar que aunque seamos jóvenes sin casa, ni curro, somos jóvenes sin miedo. La tasa de pobreza infantil en España es del 17,2 por ciento. La segunda más alta de laEuropa Occidental.
Según UNICEF: “Ser un niño pobre en España no significanecesariamente pasar hambre, pero sí tener muchas más posibilidades de estar desnutrido”. Como dice Ignacio Escolar: “El ascensor social no funciona en España”. La movilidad entre clases sociales se ha estancado desde la década de 1970 y el aumento de la educación de los jóvenes no ha reducido la desigualdad. Ha crecido el número de universitarios, pero se han elevado los requisitos para conseguir un puesto de trabajo.
España es el país del primer mundo (de los de la CEOE) con mayor porcentaje de estudiantes universitarios que trabajan en empleos por debajo de su preparación.
¡Luchando el presente, conquistaremos el futuro!
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