Es uno de los reclamos turístico de Madrid en Julio, la fiesta del “Orgullo Gay”.
El Ayuntamiento no colabora en la organización del desfile, que sigue en manos de unos pocos voluntarios/as, pero eso si, en su página web hay un elenco de sitios donde pueden gastarse el dinero los/as LGTBI que acudan este fin de semana a semejante evento. Tampoco dejan escapar la ocasión las empresas y franquicias, y es que el orgullo gay vende, y mucho. Madrid se convierte en un escaparate de cuerpos, plumas y maquillajes. Los LGTBI han pasado de ser considerados enfermos y proscritos a ser un espectáculos, y muchos/as han salido del armario para convertirse en el mono de feria de un sistema que aprovecha cualquier reivindicación para acabar haciendo su negocio particular. No es cierto que la derecha no apoye al colectivo LGTBI, lo hace de la única forma que sabe, convirtiéndolos en un espectáculo frívolo pero eso si, muy rentable.
En los años ochenta se hizo famosa una imagen publicitaria de un jabón de ducha con una mujer desnuda bocabajo, con el lema “toda tú eres un culito”, alguien, muy sabiamente, pintó debajo “somos mujeres, no culos”. Algo así ha pasado en los últimos años de la fiesta del Orgullo.
Los/as LGTBI siguen sufriendo discriminaciones legales y sociales, pero no importa, el día del orgullo “todo tú eres un culito”. Los problemas que venía denunciando el Feminismo se han trasladado con mucha facilidad a los LGTBI: cosificación de los cuerpos, cánones de belleza inalcanzables y estereotipos de gays frívolos muy preocupados por su imagen.
Por supuesto los medios de comunicación de encargan de mostrar la imagen más superficial del Orgullo. Probablemente no veremos en ningún medio el cortejo de Izquierda Unida, que este año ha hecho un esfuerzo especial por darle un carácter más reivindicativo al Orgullo. Su lema lo dejaba claro “Transformando el Orgullo, transformando el sistema”, y también sus consignas “TransMariBiBolleras, también son clase obrera”. Pretendemos así alejarnos de la imagen estereotipada de gay, hombre, de buena posición social, que gasta un gran parte de su tiempo y dinero cultivando su cuerpo en un gimnasio.
En un Orgullo con cada vez menos contenido reivindicativo, seguimos haciéndonos la pregunta que cantábamos ayer en nuestro cortejo “Orgullo es protesta ¿A quién le molesta?”.
Beatriz Alonso
El Ayuntamiento no colabora en la organización del desfile, que sigue en manos de unos pocos voluntarios/as, pero eso si, en su página web hay un elenco de sitios donde pueden gastarse el dinero los/as LGTBI que acudan este fin de semana a semejante evento. Tampoco dejan escapar la ocasión las empresas y franquicias, y es que el orgullo gay vende, y mucho. Madrid se convierte en un escaparate de cuerpos, plumas y maquillajes. Los LGTBI han pasado de ser considerados enfermos y proscritos a ser un espectáculos, y muchos/as han salido del armario para convertirse en el mono de feria de un sistema que aprovecha cualquier reivindicación para acabar haciendo su negocio particular. No es cierto que la derecha no apoye al colectivo LGTBI, lo hace de la única forma que sabe, convirtiéndolos en un espectáculo frívolo pero eso si, muy rentable.
En los años ochenta se hizo famosa una imagen publicitaria de un jabón de ducha con una mujer desnuda bocabajo, con el lema “toda tú eres un culito”, alguien, muy sabiamente, pintó debajo “somos mujeres, no culos”. Algo así ha pasado en los últimos años de la fiesta del Orgullo.
Los/as LGTBI siguen sufriendo discriminaciones legales y sociales, pero no importa, el día del orgullo “todo tú eres un culito”. Los problemas que venía denunciando el Feminismo se han trasladado con mucha facilidad a los LGTBI: cosificación de los cuerpos, cánones de belleza inalcanzables y estereotipos de gays frívolos muy preocupados por su imagen.
Por supuesto los medios de comunicación de encargan de mostrar la imagen más superficial del Orgullo. Probablemente no veremos en ningún medio el cortejo de Izquierda Unida, que este año ha hecho un esfuerzo especial por darle un carácter más reivindicativo al Orgullo. Su lema lo dejaba claro “Transformando el Orgullo, transformando el sistema”, y también sus consignas “TransMariBiBolleras, también son clase obrera”. Pretendemos así alejarnos de la imagen estereotipada de gay, hombre, de buena posición social, que gasta un gran parte de su tiempo y dinero cultivando su cuerpo en un gimnasio.
En un Orgullo con cada vez menos contenido reivindicativo, seguimos haciéndonos la pregunta que cantábamos ayer en nuestro cortejo “Orgullo es protesta ¿A quién le molesta?”.
Beatriz Alonso
1 comentario:
Efectivamente, los medios de comunicación muestran la parte frívola del orgullo, pero desde luego no ayuda mucho a que en el desfile lo único que salgan sean tíos musculados con aceite por los abdominales y lesbianas enseñando las tetas. Creo que esa clase de gente tiene mucha culpa de que no se tome nada en serio ese día. Se puede festejar de muchas maneras ese día, pero desde luego esa no es la correcta.
Luego claro, pedimos adopciones para los homosexuales ¿de verdad crees que así van a respetar y a tomar en serio a los homosexuales?
Creo que los que tenemos un poco de cabeza estamos pagando las excentricidades de los que hacen más ruido.
En resumidas cuentas: Que a mi también me jode mucho la parafernalia estúpida y sin ningún significado que se monta alrededor del día del Orgullo.
Saludos desde Murcia.
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