IU exige al Ejecutivo regional el diseño de un programa que aflore la economía sumergida, que en La Rioja supone una subida de 5,5 puntos desde el año 2002. El mal llamado sector de economía irregular supone el 21% del PIB regional y una cantidad de dinero negro, que debiera aflorar cercana a los 2.500 millones de euros.
Si observamos la diferencia entre el número de personas afiliadas a la Seguridad Social y el total de población ocupada, descubrimos que el 6,3% de los trabajadores riojanos lo hacen en la economía sumergida, sin derechos laborales, sin convenio colectivo y sin protección ante los empleadores
Los sectores más afectados por esta forma de trabajo son: empleadas de hogar, trabajadoras a domicilio del textil y el calzado, vendedores ambulantes, trabajadores agrícolas, servicios técnicos y servicios profesionales y un largo etcétera en el que predominan las mujeres y que, de hecho, se está convirtiendo en uno de los principales elementos de la feminización de la pobreza.
De estos sectores, se calcula que el 80% de las empleadas de hogar se integran dentro de esta modalidad, la práctica totalidad de los vendedores ambulantes y los trabajadores agrícolas de campañas. El calzado y el textil también ocupan un puesto importante, en este sentido debe destacarse la situación de los trabajadores arnedanos, donde se calcula que aproximadamente el 40% de la producción total se hace en el contexto de economía sumergida
IU pide al Gobierno regional que realice de una vez por todas un estudio serio de la economía sumergida en la comunidad, con la intención de que emerja el dinero negro y puedan organizarse las actividades empresariales en el sector que les corresponde y cumplir con sus obligaciones económicas y laborales.
Si observamos la diferencia entre el número de personas afiliadas a la Seguridad Social y el total de población ocupada, descubrimos que el 6,3% de los trabajadores riojanos lo hacen en la economía sumergida, sin derechos laborales, sin convenio colectivo y sin protección ante los empleadores
Los sectores más afectados por esta forma de trabajo son: empleadas de hogar, trabajadoras a domicilio del textil y el calzado, vendedores ambulantes, trabajadores agrícolas, servicios técnicos y servicios profesionales y un largo etcétera en el que predominan las mujeres y que, de hecho, se está convirtiendo en uno de los principales elementos de la feminización de la pobreza.
De estos sectores, se calcula que el 80% de las empleadas de hogar se integran dentro de esta modalidad, la práctica totalidad de los vendedores ambulantes y los trabajadores agrícolas de campañas. El calzado y el textil también ocupan un puesto importante, en este sentido debe destacarse la situación de los trabajadores arnedanos, donde se calcula que aproximadamente el 40% de la producción total se hace en el contexto de economía sumergida
IU pide al Gobierno regional que realice de una vez por todas un estudio serio de la economía sumergida en la comunidad, con la intención de que emerja el dinero negro y puedan organizarse las actividades empresariales en el sector que les corresponde y cumplir con sus obligaciones económicas y laborales.
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