El 2 de octubre, el INEM publica el avance del dato del paro registrado en sus oficinas para el mes de septiembre, con una nueva subida del paro de 80.367 personas, alcanzando un total de 3.709.447 trabajador@s en paro registrad@s en sus oficinas, 1.084.079 más parad@s que hace un año.
La subida del paro se debe fundamentalmente a la destrucción de empleo en el sector servicios (casi 64.480 empleos menos, un 80 % del total de paro en el mes), en parte por la finalización de los contratos temporales ligados al turismo estival, aunque la destrucción es mayor que otros meses de septiembre en años anteriores, lo que puede significar que seguimos anclados en la crisis, tanto más cuanto en el sector industrial (unos 600) y en la construcción (unos 1.200) apenas se ha creado empleo. Respecto al sector servicios, aún siendo datos muy preocupantes, debemos señalar que están maquillados por las contrataciones derivadas de las Fiestas Patronales de numerosas localidades de España, que han efectuado numerosas contrataciones precarias en el sector servicios por pocos días, suavizando los datos de paro registrado respecto a la realidad.
Las comunidades con más parad@s siguen siendo son Andalucía (823.530 personas), Catalunya (531.352), Comunidad Valenciana (459.724) y Madrid (430.784), y aquellas en las que ha subido el paro son Andalucía (20.393 personas más que en agosto), Catalunya (12.223), C. Valenciana (9.946) y Madrid (6.025), con un fuerte ascenso cercano a las 5.000 personas en Extremadura y Galicia; sólo en Castilla La Mancha el paro desciende apreciablemente, en 2.000 personas.
A pesar de que en la industria el paro baja, el descenso es sólo de algo más de 700 personas. Destaca que en las regiones industriales ha aumentado algo la contratación en el sector salvo en Madrid que sigue destruyendo industria. Este dato confirma que no hay cambio estructural a la vista, apoyado por el hecho de que sólo un 5 % del 1.300.000 contratos registrados en el INEM en spetiembre han sido indefinidos.
L@s comunistas insistimos en que no se está aprovechando las inversiones del gobierno central y de la mayoría de las comunidades autónomas para acometer la reforma estructural que estamos reclamando. Estas cifras de paro demuestran que el Gobierno ha mentido a los ciudadanos cuando afirmaba que el Plan E estaba creando empleo. Lo que hizo bajar el paro ínfimamente no fue el Plan E, sino el efecto turístico lógico de todos los veranos. El hecho de que bajara en tan baja proporción (comparado con el alivio que supone en otras temporadas estivales) debería haber sido analizado como un problema, ya que había un gran paro tapado por el turismo. En lugar de tomar medidas a tiempo se decidió pregonar un optimismo engañoso, y ahora enfrentamos el otoño desprotegidos, por culpa de la irresponsabiliad del PP y sobre todo del PSOE.
Esta irresponsabilidad es aún más grave si tenemos en cuenta que, cada vez más, el drama económico y laboral se está traduciendo en un drama social, a medida que los parados van dejando de cobrar las prestaciones por desempleo. El empobrecimiento, vencimiento de hipotecas y la caída del consumo que está generando no significa nada para un Gobierno que aprueba 420 miserables euros. Además, la falta de financiación municipal en muyos Ayuntamientos está dando excusas a la derecha para quedarse quieta ante el paro, o incluso suprimir servicios para desempleados.
Desde el Partido Comunista de España (PCE) insistimos en que, una vez aprobada la ayuda de los 420 euros (que nos parece una medida hipócrita, pues ninguna ayuda a desempleados debería ser menor al Salario Mínimo, esto es, 600 €) es necesario que se garantice el empleo de manera que el Ministerio de Trabajo no apruebe ningún ERE ni ERO más, que se avance hacia la jornada de 35 horas, acometer una serie de medidas en el corto plazo de carácter estructural (papel principal del ICO y banca pública) y una reforma fiscal, contraria a la subida del IVA planteada por el gobierno, que aumente la progresividad de los impuestos directos, (Impuesto de Sociedades y el IRPF), que haga disminuir los indirectos (IVA) y poner de nuevo en marcha el Impuesto de Patrimonio. Junto a estas medidas, el Gobierno debe exigir la devolución de las ayudas a la banca, como forma complementaria de la reforma fiscal para financiar una banca pública y unas subvenciones a parados dignas, así como realizar una política económica de verdad, dirigiendo los sectores estratégicos con criterios democráticos y de reparto de la riqueza.
La subida del paro se debe fundamentalmente a la destrucción de empleo en el sector servicios (casi 64.480 empleos menos, un 80 % del total de paro en el mes), en parte por la finalización de los contratos temporales ligados al turismo estival, aunque la destrucción es mayor que otros meses de septiembre en años anteriores, lo que puede significar que seguimos anclados en la crisis, tanto más cuanto en el sector industrial (unos 600) y en la construcción (unos 1.200) apenas se ha creado empleo. Respecto al sector servicios, aún siendo datos muy preocupantes, debemos señalar que están maquillados por las contrataciones derivadas de las Fiestas Patronales de numerosas localidades de España, que han efectuado numerosas contrataciones precarias en el sector servicios por pocos días, suavizando los datos de paro registrado respecto a la realidad.
Las comunidades con más parad@s siguen siendo son Andalucía (823.530 personas), Catalunya (531.352), Comunidad Valenciana (459.724) y Madrid (430.784), y aquellas en las que ha subido el paro son Andalucía (20.393 personas más que en agosto), Catalunya (12.223), C. Valenciana (9.946) y Madrid (6.025), con un fuerte ascenso cercano a las 5.000 personas en Extremadura y Galicia; sólo en Castilla La Mancha el paro desciende apreciablemente, en 2.000 personas.
A pesar de que en la industria el paro baja, el descenso es sólo de algo más de 700 personas. Destaca que en las regiones industriales ha aumentado algo la contratación en el sector salvo en Madrid que sigue destruyendo industria. Este dato confirma que no hay cambio estructural a la vista, apoyado por el hecho de que sólo un 5 % del 1.300.000 contratos registrados en el INEM en spetiembre han sido indefinidos.
L@s comunistas insistimos en que no se está aprovechando las inversiones del gobierno central y de la mayoría de las comunidades autónomas para acometer la reforma estructural que estamos reclamando. Estas cifras de paro demuestran que el Gobierno ha mentido a los ciudadanos cuando afirmaba que el Plan E estaba creando empleo. Lo que hizo bajar el paro ínfimamente no fue el Plan E, sino el efecto turístico lógico de todos los veranos. El hecho de que bajara en tan baja proporción (comparado con el alivio que supone en otras temporadas estivales) debería haber sido analizado como un problema, ya que había un gran paro tapado por el turismo. En lugar de tomar medidas a tiempo se decidió pregonar un optimismo engañoso, y ahora enfrentamos el otoño desprotegidos, por culpa de la irresponsabiliad del PP y sobre todo del PSOE.
Esta irresponsabilidad es aún más grave si tenemos en cuenta que, cada vez más, el drama económico y laboral se está traduciendo en un drama social, a medida que los parados van dejando de cobrar las prestaciones por desempleo. El empobrecimiento, vencimiento de hipotecas y la caída del consumo que está generando no significa nada para un Gobierno que aprueba 420 miserables euros. Además, la falta de financiación municipal en muyos Ayuntamientos está dando excusas a la derecha para quedarse quieta ante el paro, o incluso suprimir servicios para desempleados.
Desde el Partido Comunista de España (PCE) insistimos en que, una vez aprobada la ayuda de los 420 euros (que nos parece una medida hipócrita, pues ninguna ayuda a desempleados debería ser menor al Salario Mínimo, esto es, 600 €) es necesario que se garantice el empleo de manera que el Ministerio de Trabajo no apruebe ningún ERE ni ERO más, que se avance hacia la jornada de 35 horas, acometer una serie de medidas en el corto plazo de carácter estructural (papel principal del ICO y banca pública) y una reforma fiscal, contraria a la subida del IVA planteada por el gobierno, que aumente la progresividad de los impuestos directos, (Impuesto de Sociedades y el IRPF), que haga disminuir los indirectos (IVA) y poner de nuevo en marcha el Impuesto de Patrimonio. Junto a estas medidas, el Gobierno debe exigir la devolución de las ayudas a la banca, como forma complementaria de la reforma fiscal para financiar una banca pública y unas subvenciones a parados dignas, así como realizar una política económica de verdad, dirigiendo los sectores estratégicos con criterios democráticos y de reparto de la riqueza.
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