Campaña de la Coordinadora Estatal Antinuclear (Adenex, Amigos de la Tierra , Ecologistas en Acción, Ekologistak Martxan, Greenpeace, Jóvenes Verdes, Coordinadora contra Garoña, Plataforma Cerrar Almaraz, Tanquem les Nuclears-100%Renovables)
La central nuclear de Garoña fue inaugurada por Franco en 1971, está totalmente amortizada desde hace años, y es una central nuclear obsoleta, aquejada de graves problemas de seguridad. Su permiso de explotación termina en julio de 2009. Sin embargo, en su afán de obtener más beneficios, la compañía propietaria Nuclenor (Endesa 50%-Iberdrola 50%), ha pedido una prórroga de otros 10 años para la central. El Ministerio de Industria y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) pretenden alargar la vida de la central nuclear de Garoña durante 10 años más. Con ello alcanzaría una vida útil de 48 años, pero se agravaría el riesgo de accidente nuclear por los graves problemas de seguridad que aquejan a esta vieja central nuclear.
Las organizaciones ecologistas han recordado reiteradamente al Presidente Zapatero su promesa electoral de cierre progresivo de las centrales nucleares, y denunciado la actitud pronuclear del Ministro de Industria, Miguel Sebastián, que es contraria al compromiso electoral adquirido por el PSOE.
Durante el año 2008 la producción de electricidad de Garoña fue de 4020,91 GWh, una cantidad irrisoria si consideramos, por ejemplo, las exportaciones netas de electricidad alcanzaron los 11.221Gwh, o los 31.102 Gwh que aportó la eólica.
Garoña, conocida como la "central de las mil y una grietas" por los graves problemas de seguridad que afectan a diversos componentes de la vasija del reactor, en una demostración evidente del agotamiento de su vida útil, es una central que, desde el punto de vista de la seguridad, está “fuera de normativa”.
Sufre un proceso de agrietamiento múltiple por corrosión que afecta a diversos componentes internos de la vasija del reactor (ésta es el verdadero corazón de la central nuclear, ya que alberga el combustible de uranio: el núcleo), motivo por el cual la seguridad de esta instalación se encuentra seriamente comprometida. Este problema afecta ya al 70% de los tubos que atraviesan la vasija del reactor y por los que pasan a su interior las barras de control, que son el "sistema de frenado" de la reacción nuclear. Este agrietamiento empeora irreversiblemente con el tiempo, según ha reconocido el propio Consejo de Seguridad Nuclear ante el Parlamento.
Por todo ello instamos al Presidente Zapatero y a su Gobierno a que no renueven la licencia de explotación y se proceda al cierre definitivo de la Central Nuclear de Garoña.
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