El fiscal de La Rioja Eduardo Peña ha sido sancionado por una falta leve después de tratar desconsideradamente a una nigeriana. Antes de que la mujer, que iba a ser juzgada junto a su pareja por un delito de violencia mutua en el ámbito familiar, entrase en la sala, Peña indicó a la juez y los abogados presentes: «Abrid las ventanas que la negra huele mal». Los hechos se produjeron el pasado 7 de octubre, horas antes de que toda la magistratura celebrase el tradicional acto de Apertura del Año Judicial. Esto provocó que la noticia corriese de corrillo en corrillo durante el ágape posterior al evento.
Ese mismo día, el abogado de la mujer elevó una denuncia formal por el comentario, que consideró racista, y la Fiscalía Superior de La Rioja comenzó a tramitar las diligencias para aclarar lo sucedido. Tras tomar declaración tanto a los letrados como a la magistrada y al propio implicado, el Ministerio Público ha considerado que las palabras de Peña suponen una falta leve por desconsideración hacia una usuaria de la Justicia. Realmente se trata sólo de una advertencia, que va a constar en el expediente personal del fiscal, ya que no conlleva ni multa ni sanción alguna. Si se repitiese la situación, la calificación de la siguiente falta podría ser de grave a muy grave, con las consiguientes sanciones que conllevan, entre ellas económicas o, incluso, de separación de la carrera judicial.
Sus declaraciones, según trabajadores de la Administración de Justicia en La Rioja, se produjeron momentos antes de comenzar el juicio rápido por la agresión mutua entre una pareja de subsaharianos.
Cuando los togados ya se encontraban en la sala de vistas, el fiscal lanzó esa frase ante el estupor de sus compañeros. En ese momento, la mujer aludida estaba esperando en los pasillos del Palacio de Justicia por lo que no escuchó nada. El incidente no trastocó el orden del día y el juicio se celebró. La nigeriana y su esposo, de origen maliense, decidieron retirar las acusaciones y quedaron en libertad.
Antes de la vista, la mujer había permanecido 48 horas en los calabozos del Cuerpo Nacional de Policía de Logroño, cuyo pésimo estado de mantenimiento ha sido denunciado en varias anteriores.
Tras la sanción impuesta al fiscal, éste cuenta con un mes de plazo para recurrir el caso. Se trata de la primera vez en al menos dos décadas que un fiscal es expedientado en La Rioja por problemas derivados de su labor judicial.
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