El Correo
La Sala Museo de la Casa Consistorial fue escenario, el pasado sábado, de un acto institucional de reconocimiento y homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y sus familiares. Ante un recinto lleno y sin la presencia de los ediles populares (dos de ellos se encontraban de vacaciones fuera de la localidad), el alcalde, Jesús Garrido, inició las intervenciones dejando claro «que lo hacemos sin ánimo de revanchismos».
Continuó el edil Ignacio Castroviejo dando lectura a una moción aprobada por el pleno en junio de 2006 y que, entre otras cosas, recogía que «la reconciliación no lleva al olvido de todas las personas que sufrieron la sinrazón de la guerra civil y la posterior dictadura. Unos perdieron la vida, y todos la libertad. Superar la tragedia, a través de la concordia, no puede hacerse ocultando la verdad. Sin ella no cabe la justicia, madre de la paz auténtica. En Ezcaray -añadió- teníamos que dar el paso decisivo. Nuestro deseo es que se conozca la verdad y que se pueda reparar la dignidad que se les arrebató a esos 11 asesinados durante la Guerra Civil y después de ella».
Más adelante, señaló que «ha de quedar claro que no queremos abrir viejas heridas, ni buscar ningún tipo de revancha. Permitidme que afirme -concluyó- que estamos seguros que, desde la verdad, llegaremos a la justicia y a la paz verdadera».
En ese momento se produjo un pequeño incidente cuando uno de los asistentes abandonó la sala denunciando en alto: «Eso es, levantando heridas». El acto se cerró con la entrega de diplomas a los familiares de todas las víctimas.
La Sala Museo de la Casa Consistorial fue escenario, el pasado sábado, de un acto institucional de reconocimiento y homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y sus familiares. Ante un recinto lleno y sin la presencia de los ediles populares (dos de ellos se encontraban de vacaciones fuera de la localidad), el alcalde, Jesús Garrido, inició las intervenciones dejando claro «que lo hacemos sin ánimo de revanchismos».
Continuó el edil Ignacio Castroviejo dando lectura a una moción aprobada por el pleno en junio de 2006 y que, entre otras cosas, recogía que «la reconciliación no lleva al olvido de todas las personas que sufrieron la sinrazón de la guerra civil y la posterior dictadura. Unos perdieron la vida, y todos la libertad. Superar la tragedia, a través de la concordia, no puede hacerse ocultando la verdad. Sin ella no cabe la justicia, madre de la paz auténtica. En Ezcaray -añadió- teníamos que dar el paso decisivo. Nuestro deseo es que se conozca la verdad y que se pueda reparar la dignidad que se les arrebató a esos 11 asesinados durante la Guerra Civil y después de ella».
Más adelante, señaló que «ha de quedar claro que no queremos abrir viejas heridas, ni buscar ningún tipo de revancha. Permitidme que afirme -concluyó- que estamos seguros que, desde la verdad, llegaremos a la justicia y a la paz verdadera».
En ese momento se produjo un pequeño incidente cuando uno de los asistentes abandonó la sala denunciando en alto: «Eso es, levantando heridas». El acto se cerró con la entrega de diplomas a los familiares de todas las víctimas.
1 comentario:
Vaya pena que hubeira incidentes. Mi enhorabuena a mis compañeros de Ezcaray.
En Casalarreina esperaremos a que identifiquen a los exhumados de Fuenmayor, y entonces (por fin) podremos hacer un poco (sólo un poco) de justicia. Por ellos.
Un saludo
Félix
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