Uno de los hijos de José Luis Martín, el ex alcalde socialista de Seseña (Toledo) al que la fiscalía anticorrupción acusa de prevaricación, cohecho y delito fiscal por haber aumentado injustificadamente su patrimonio al tiempo que avanzaba la macrourbanización de Francisco Hernando, El Pocero, conduce ahora los camiones de Onde 2000, la empresa del constructor.
También los ex concejales socialistas Catalina Murillo y Tomás García Félix han terminado trabajando para El Pocero. El ex concejal de Hacienda Felipe Sancho preside la Asociación de Vecinos del Residencial Francisco Hernando, y su hija es empleada de Onde 2000. Los ex ediles dieron con su voto luz verde a la macrourbanización 17 días antes de las elecciones. Seseña es un pueblo pequeño.
O por lo menos lo era antes de que El Pocero comprara casi dos millones de metros cuadrados para levantar 13.508 viviendas multiplicando por cuatro la población del municipio (9.000 habitantes), sin que Martín Jiménez, que asegura que su enriquecimiento se debe a un cupón de la ONCE, le pusiera un solo obstáculo. La fiscalía estima el incremento patrimonial de Martín en 672.000 euros. Izquierda Unida cree que pudo ascender a 12 millones de euros.
Hernando no sólo acogió en su empresa a los ex concejales suspendidos de militancia por la Comisión Ejecutiva del PSOE en 2004. Ahora también habla en su nombre. El miércoles por la noche, horas después de que la Fiscalía Anticorrupción depositara la denuncia en los juzgados de Illescas, Hernando telefoneaba a Mario Hernández, actual concejal de obras del Ayuntamiento de Seseña (IU): "Os van a caer cinco querellas más por denuncia falsa. Una mía, una de Felipe Sancho, una de Tomás García, una de Catalina Murillo y otra de Asunción Fructuoso [ex portavoz del PP en el Ayuntamiento]".
Ni la llamada ni la noticia sorprendieron a Hernández, el interlocutor designado por IU para tratar con El Pocero: "Antes ya nos había puesto otras seis. Hace poco la juez nos ha pidió que depositemos una fianza de 133.331 euros por una de las querellas que nos ha puesto y que va a pasar a la Audiencia Provincial, por un artículo en el boletín del partido titulado El mago del ladrillo", explicó.
El alcalde de Seseña, Manuel Fuentes, respondió ayer a la amenaza de nuevas querellas con otra: "El grupo municipal de Izquierda Unida está meditando presentarse en la causa contra Martín como acusación particular por el perjuicio que ha causado a los vecinos. Esta macrourbanización es un monstruo imposible de alimentar. Sus habitantes [hay 1.100 personas censadas para unas 5.000 viviendas con licencia de edificación] reclaman servicios de transporte, un centro de salud, un instituto... Hemos tenido que subir los impuestos".
Además de las múltiples querellas, El Pocero reclama al Ayuntamiento 46 millones de euros. Hernando está convencido de que la culpa de que no haya vendido todas las casas de su complejo residencial es de la mala campaña que le ha hecho el alcalde y estima en 46 millones las pérdidas.
Gente que le conoce, y que prefirió no dar su nombre, asegura que El Pocero está preocupado por la acusación de la Fiscalía Anticorrupción, que no consigue dormir y que ha preguntado si creen que le pillarán en esta. Esas mismas personas aseguran también que el empresario se ha cubierto bien las espaldas y tiene "una habitación repleta de cintas de audio y vídeo que comprometerían a personajes conocidos".
La denuncia que ha presentado la Fiscalía Anticorrupción tras dos años investigando otra de IU no incluye más imputados que el ex alcalde, pero de las diligencias debe salir quién le entregó el dinero, si se demuestra, como sospecha la fiscalía, que el fulminante enriquecimiento de Martín no fue cuestión de suerte.