El estado español es un país capitalista del llamado primer mundo y, por tanto, imperialista. No hay misterio. Por eso, el ejecutivo de Zapatero vive con una lógica incuestionable el envío de tropas patrias a cuanto conflicto aparezca en el mundo. Y si no los hay, ya se encarga la ONU, (con su brazo armado, los cascos azules), de crearlos. Todo, eso sí, con sonrisas y talante. Van a socorrer a los pobres, son lo más parecido a una ONG, la Cruz Roja es su ejemplo a imitar, lo aprueba el parlamento por amplia mayoría, la ONU está detrás... y toda esa tropelía con forma de argumentos que vierten desde los medios próximos, o sencillamente propiedad, del gobierno. Decir que son tropas al servicio de los poderosos que, como en el caso de Afganistán, están allí para robar materias primas y opio, es muy pero que muy incorrecto, pero sobre todo, muy poco progresista. Eso sí, si alguno de los soldados de la tropa enviada regresa como cadáver habrá discursos con bandera, rey y ministros apenados, cámaras de televisión transmitiendo el dolor, y la rabia en la población desinformada que se preguntará, ¿por qué los matan si van a hacer la paz? Y es que el mundo está lleno de desagradecidos.
sábado, 24 de mayo de 2008
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