
En una entrevista conducida por el periodista Carmelo Rivero, el Obispo manifestó que "se trataron temas delicados, aparte de otras muchas cosas. Para evitar otras interpretaciones, me remito a lo que dicen al respecto los libros de la Iglesia. Yo no he justificado el abuso a menores porque es un pecado gravísimo, además de un delito. Tampoco comparo a la homosexualidad con el referido abuso a menores. Me reitero en invitar a todos a que lean los escritos de la Iglesia al respecto para que vean la sensibilidad que tiene al respecto".
Estas declaraciones del mes de diciembre provocaron muchas reacciones contrarias, sobre todo de colectivos de gays, lesbianas y transexuales, que incluso presentaron una denuncia a la Fiscalía. Además, la gran mayoría de los medios de comunicación nacionales también se hicieron eco de sus palabras, además de la reacción en cadena que produjo.
Bernardo Álvarez Afonso añadió que "he salido fortalecido tras esta experiencia, además de que me sirvió para aprender la lección. A partir de ahora no hablaré de manera tan espontánea y mediré mucho mis palabras cuando se traten temas tan sensibles. El lenguaje de la Iglesia es para todos, no sólo para los católicos, por lo que se puede crear una confrontación de opiniones".

Por último, aclaró que "hay gente que no está de acuerdo con lo que dije y lo respeto porque eso forma parte de la libertad de expresión".
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