El nieto de Salvador Allende hace pública su homosexualidad

El nieto del ex presidente Salvador Allende, Alejandro Fernández, abordó por primer vez y forma extensa con un medio chileno de comunicación los procesos que vivió desde que se asumió su homosexualidad en la década de los 90.
Alejandro, quien nació en La Habana dos meses después del golpe de Estado y del suicidio de su abuelo, señaló a La Tercera que en el pasado tuvo una doble presión por "ser Allende y gay".
"Por muchos años estuve en negación total con lo de la homosexualidad. Tuve muchas parejas mujeres, pero sentía que me estaba mintiendo que no era yo realmente", situación que comenzó a cambiar cuando se radicó en Chile en 1992, tras terminar la enseñanza media en La Habana,
Al llegar a Santiago, "comencé a ver que había un movimiento, el Movilh, con Rolando Jiménez,; también había un programa de radio en que se hablaba de homosexualidad. Estaba cambiando la cosa", añadió Fernández, tras precisar que al cursar tercer año de periodismo en la Universidad Andrés Bello tuvo su primera pareja.
Conocerlo " fue súper casual. Estaba esperando una micro y se me acerca un tipo que me habló y de repente me dice "soy gay". Yo le dije que yo no. Me preguntó si le molestaba que le diera el teléfono y le dije que para nada. Estuve dos semanas "con lo llamo, no lo llamo", hasta que lo llame". Iniciada la relación, vino el segundo paso, contarlo a la familia Allende.
ACEPTACION FAMILIAR
A la primera persona que Alejandro informó sobre su orientación sexual fue a su tía, la actual diputada Isabel Allende. No partió por su madre, Beatriz, pues en 1977 ella se había suicidado en La Habana con un fusil cuando Alejandro tenía cuatro años a raíz de una aguda depresión , además de cargar con el peso de haber abandonado Chile tras el Golpe Militar.
"No me equivoqué en contarlo (a Isabel). Ella me dijo todo bien, pero lo próximo es que lo cuentes a tu abuela. Me asusté le dije que no, si es una mujer de 80 y tantos años", añadió.
Pero Hortensia Bussi, la viuda del ex presidente, para sorpresa de Alejandro ya lo sabía. "Hubo un minuto de silencio y me dijo "me lo imaginaba". Ahí me reí y le pregunté si me encontraba muy afeminado. No, para nada me dijo, es que hace tiempo que no te veía a una mujer y comenzaba a sospechar. Es que la Tencha vive con los pies en la tierra. Me dijo que me quería igual que siempre y que me cuidaría. De ahí fue contándole uno por uno a toda la familia", y hubo aceptación.
Respecto a que hubiese pensado su abuelo Salvador, en especial luego que el señalara en una ocasión que "me han acusado de todo, lo único que falta es que me acusen de ladrón y homosexual", Alejandro sostuvo que " no tengo ninguna duda de que mi abuelo me hubiera aceptado con todo su cariño (..) Allende era los 70, pero estoy seguro de que más de algún gay conoció. (..) Además le gente evoluciona".
DISCRIMINACION EN CHILE Y CUBA
El comienzo de la vida homosexual de Alejandro no fue nada fácil ni en Cuba, ni en su paso por Chile.
Recuerda que a los 10 años " ya me gustaban los tipos. Y era terrible, no sólo para mí, para cualquiera. En esa época había una sociedad (más) homofóbica. Yo lo tenía como un secreto y cuando chico me hice la promesa que no se lo contaría a nadie. La rompí cuando salí del clóset en Chile".
"Ser el "nieto de..." me causaba estrés, porque sentía que estaba traicionando la imagen revolucionaria, la imagen de mi abuelo. Decía soy diferente, y la gente se refería a esa diferencia como los maricones, en todo el espectro político. Había una estigmatización fortísima"
En su escuela de Cuba, "había un muchacho evidentemente gay y le hacía la vida imposible y yo, que era bien grandulón, lo defendía. Mis compañeros me decían "ya estás defendiendo a tu mujer"".
Durante su estadía en Chile en la década de los 90, la situación no fue muy distinta." En cuantos a leyes y cambios sociales era una sociedad de mierda. Sabía que la cosa no era fácil. Yo no soy alguien que va por la calle y la gente se da cuenta que soy gay. Pero otra gente decía "mira ese maricón" y esas cosas a mi duelen. Una vez saliendo de una disco gay me tiraron una botella. Otra vez en otra disco hicieron una redada y me llevaron a la comisaría con un montón de gente. Pasé toda la noche detenido".
Finalmente, y por otros motivos, Alejandro salió de Chile y en la actualidad vive en Nueva Zelandia llevando el apellido Fernández,. Pese a que en los años 70 Fidel Castro la había cambiado en Cuba el orden de los apellidos para que llevara primero el de Allende. " Ese cambio nunca me gustó, era muy abrumador"
"Yo no quería estar a cada rato con el karma del apellido de Allende. Yo adoro a mi abuelo, cuando digo que sentía vergüenza no es que me avergonzara de él, sino por ser reconocido por méritos que no son míos. También fue como un homenaje a mi papá", puntualizó.
La salida del clóset fue aplaudida por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh). " Valoramos con especial emoción que Alejandro relate con tanta fuerza, dignidad y seguridad su historia, lo cual obviamente es explicable por una valentía infinita que se fue forjando desde niño", indicó el organismo.
Puntualizó que " su historia, para los efectos de la nuestra, contribuye significativamente a recordar los períodos más oscuros que vivimos las minorías sexuales, y al unísono es una esperanza de que es posible construir sociedades más justas y libres de discriminación"