Al fín se produjo el parto........., yo lo llamo el “parto de los montes” (Samaniego).
Después de más de dos años mareando la perdiz y el PP lanzando “misiles” envenenados contra la Memoria Histórica, a última hora, se adhiere de forma muy interesada, por salvar “El Valle de los Caídos”. Este ha sido el colofón de la gran chapuza que el PSOE, en el Gobierno, inició como nos tiene acostumbrados de siempre, con ambigüedades. En todo este tiempo ha estado negando la anulación de los juicios del franquismo y, al final, se ha salido con la suya con el eufemismo de “ilegales”. Los demás partidos, entre ellos, IU, han tratado de matizar muchas cosas, pero, finalmente, no se ha podido hacer nada. Los que se llaman “socialistas” están manchando esta bella palabra, con ella están engañando al votante que vota socialista. El PSOE, desde los años 30, es un partido socialdemócrata de centro. Además, son muy cobardes ante los poderes fácticos. Tienen verdadero terror a la Iglesia, que no ha vivido nunca mejor, ni con Franco. Tienen miedo a la Oposición. El PSOE ha sido siempre un partido muy pragmático, juega con dos barajas y siempre apuesta a caballo ganador. Son muy oportunistas, sólo piensan en el “pesebre”.
Siempre he pensado que la Ley de la Memoria Histórica iba a ser una chapuza y me atrevo a pensar que la actitud del PP con respecto al Valle de los Caídos es una carta pactada entre ambos que tenía reservada para última hora. Al PP le importan un comino las indemnizaciones a los “vencidos”, lo que les interesa es salvar sus intereses políticos y el PSOE, con su cobardía, ha tragado.
Al Presidente Zapatero le propongo que lleve a enterrar los restos de su abuelo al Valle de los Caídos, junto a sus verdugos, Franco y José Antonio. Daría un ejemplo a muchos republicanos que, como su abuelo, fueron asesinados por el franquismo. Esta es la Santa Transición, tan ponderada por la ignorancia del pueblo a quien nadie le ha explicado como fué de verdad.
Como se puede constatar, la Ley de Memoria Histórica no puede satisfacer a nadie que tenga conciencia de cómo sucedieron los acontecimientos en el pasado franquista. Respecto al Valle de los Caídos hay que decir que fue construido por mandato del dictador con miles de brazos esclavos de los presos políticos. Yo soy partidario de haberlo proclamado Museo del Holocausto del franquismo.
Más arriba cito la Santa Transición, que el pueblo ignora cómo se hizo: la Transición la hicieron los hombres del franquismo junto a la CIA. La CIA fue la que la proyectó en su cuartel general de Virginia, en los Estados Unidos. Los franquistas pensaron que, una vez muerto Franco, ellos no podían seguir en aquel agujero, había que abrir las ventanas para que entrase aire fresco, había que reciclarse y disfrazarse de demócratas. Los Suárez, Rosón, Martín Villa, Fraga, etc, fueron, junto a la CIA, los que prepararon todo. Empezaron por quitarse de en medio a Carrero Blanco, que era un gran obstáculo para sus planes. Todos sabemos que a Carrero Blanco lo mató la ETA, pero ellos estaban al tanto. La Policía sabía que ETA estaba preparando un atentado y los dejaron hacer.
Después decidieron que el nuevo sistema tenía que ser bipartidista: Ellos representando a la derecha y pensaron en el PSOE, que estaba en estado de hibernación, para representar a la izquierda. Como digo, pensaron en el PSOE y como líder eligieron a Felipe González. Llegó el Congreso de Suresnes y, es curioso, a todos los que se desplazaron a dicho congreso les fueron entregados los pasaportes por la propia Policía franquista, incluso los acompañaron. Fue un golpe de mano, se quitaron de en medio a la vieja guardia del PSOE y Felipe y sus muchachos se hicieron con el poder. El líder tenía que haber sido Nicolás Redondo, pero delegó en Felipe por imposición de la CIA.
Todo estaba muy bien montado. Los primeros tiempos de cambio actuó la extrema derecha, sembrando verdadero terror. La matanza de Atocha, los sucesos de Vitoria, el golpe de Tejero del 23-F, del que, por cierto, existen muchas sombras. Aquello fue un montaje. El general Armada, que estaba muy próximo a La Zarzuela, fue el cabecilla. Para mí, el motivo fue dar un espaldarazo al Rey que quedó, ante el pueblo, como el salvador.
En la Transición pasaron muchas cosas y hubo traición por parte de todos. Santiago Carrillo traicionó al Partido Comunista, era la consigna. El Partido fue legalizado. Si querían instaurar la democracia no había más remedio que legalizar a los comunistas, que fueron la locomotora que durante 40 años lucharon e hicieron con su lucha y sacrificio traer las libertades. Fue una lucha constante, durante la guerra y en los 40 años de franquismo.
Todo estaba planificado por la CIA. Se organizó un estado, llamado democrático, con dos grandes partidos. Los falangistas reciclados, con Suárez a la cabeza, representando a la derecha, y el PSOE, con Felipe González, para representar a la izquierda. Es el clásico bipartidismo que tenía la consigna de que el Partido Comunista no existiera. El PSOE fue largamente financiado con dinero de EEUU a través de Willy Brandt. Se armaron de una ley antidemocrática que, después de 30 años, todavía perdura. Es una ley tramposa, hecha a la medida de los dos grandes partidos para propiciar su alternancia en el poder. Quiero que quede reflejado un ejemplo: en las elecciones de 2004, el coste de un diputado del PP fueron 65.071 votos, el PSOE necesitó 66.522. A IU cada diputado le costó 261.000 votos.
IU: 1.269.532 votos = 5 escaños. CiU: 829.046 votos = 10 escaños.
PNV: 417.154 votos = 7 escaños. ERC: 649.999 votos = 8 escaños.
En Soria, el PP con 23.000 votos obtuvo 2 diputados. En Sevilla, IU con 86.000 votos no obtuvo ningún diputado.
Esta es nuestra modélica ley electoral y a ésto le llaman democracia. Esta es la Ley D´Hondt.
Todo esto jamás nadie se lo ha explicado al pueblo. Organizaron el Pan y Circo, hicieron del pueblo un vegetal que no piensa, salvo honrosas excepciones. Fútbol, mucho fútbol y el pueblo feliz leyendo el Marca.
Después de más de dos años mareando la perdiz y el PP lanzando “misiles” envenenados contra la Memoria Histórica, a última hora, se adhiere de forma muy interesada, por salvar “El Valle de los Caídos”. Este ha sido el colofón de la gran chapuza que el PSOE, en el Gobierno, inició como nos tiene acostumbrados de siempre, con ambigüedades. En todo este tiempo ha estado negando la anulación de los juicios del franquismo y, al final, se ha salido con la suya con el eufemismo de “ilegales”. Los demás partidos, entre ellos, IU, han tratado de matizar muchas cosas, pero, finalmente, no se ha podido hacer nada. Los que se llaman “socialistas” están manchando esta bella palabra, con ella están engañando al votante que vota socialista. El PSOE, desde los años 30, es un partido socialdemócrata de centro. Además, son muy cobardes ante los poderes fácticos. Tienen verdadero terror a la Iglesia, que no ha vivido nunca mejor, ni con Franco. Tienen miedo a la Oposición. El PSOE ha sido siempre un partido muy pragmático, juega con dos barajas y siempre apuesta a caballo ganador. Son muy oportunistas, sólo piensan en el “pesebre”.
Siempre he pensado que la Ley de la Memoria Histórica iba a ser una chapuza y me atrevo a pensar que la actitud del PP con respecto al Valle de los Caídos es una carta pactada entre ambos que tenía reservada para última hora. Al PP le importan un comino las indemnizaciones a los “vencidos”, lo que les interesa es salvar sus intereses políticos y el PSOE, con su cobardía, ha tragado.
Al Presidente Zapatero le propongo que lleve a enterrar los restos de su abuelo al Valle de los Caídos, junto a sus verdugos, Franco y José Antonio. Daría un ejemplo a muchos republicanos que, como su abuelo, fueron asesinados por el franquismo. Esta es la Santa Transición, tan ponderada por la ignorancia del pueblo a quien nadie le ha explicado como fué de verdad.
Como se puede constatar, la Ley de Memoria Histórica no puede satisfacer a nadie que tenga conciencia de cómo sucedieron los acontecimientos en el pasado franquista. Respecto al Valle de los Caídos hay que decir que fue construido por mandato del dictador con miles de brazos esclavos de los presos políticos. Yo soy partidario de haberlo proclamado Museo del Holocausto del franquismo.
Más arriba cito la Santa Transición, que el pueblo ignora cómo se hizo: la Transición la hicieron los hombres del franquismo junto a la CIA. La CIA fue la que la proyectó en su cuartel general de Virginia, en los Estados Unidos. Los franquistas pensaron que, una vez muerto Franco, ellos no podían seguir en aquel agujero, había que abrir las ventanas para que entrase aire fresco, había que reciclarse y disfrazarse de demócratas. Los Suárez, Rosón, Martín Villa, Fraga, etc, fueron, junto a la CIA, los que prepararon todo. Empezaron por quitarse de en medio a Carrero Blanco, que era un gran obstáculo para sus planes. Todos sabemos que a Carrero Blanco lo mató la ETA, pero ellos estaban al tanto. La Policía sabía que ETA estaba preparando un atentado y los dejaron hacer.
Después decidieron que el nuevo sistema tenía que ser bipartidista: Ellos representando a la derecha y pensaron en el PSOE, que estaba en estado de hibernación, para representar a la izquierda. Como digo, pensaron en el PSOE y como líder eligieron a Felipe González. Llegó el Congreso de Suresnes y, es curioso, a todos los que se desplazaron a dicho congreso les fueron entregados los pasaportes por la propia Policía franquista, incluso los acompañaron. Fue un golpe de mano, se quitaron de en medio a la vieja guardia del PSOE y Felipe y sus muchachos se hicieron con el poder. El líder tenía que haber sido Nicolás Redondo, pero delegó en Felipe por imposición de la CIA.
Todo estaba muy bien montado. Los primeros tiempos de cambio actuó la extrema derecha, sembrando verdadero terror. La matanza de Atocha, los sucesos de Vitoria, el golpe de Tejero del 23-F, del que, por cierto, existen muchas sombras. Aquello fue un montaje. El general Armada, que estaba muy próximo a La Zarzuela, fue el cabecilla. Para mí, el motivo fue dar un espaldarazo al Rey que quedó, ante el pueblo, como el salvador.
En la Transición pasaron muchas cosas y hubo traición por parte de todos. Santiago Carrillo traicionó al Partido Comunista, era la consigna. El Partido fue legalizado. Si querían instaurar la democracia no había más remedio que legalizar a los comunistas, que fueron la locomotora que durante 40 años lucharon e hicieron con su lucha y sacrificio traer las libertades. Fue una lucha constante, durante la guerra y en los 40 años de franquismo.
Todo estaba planificado por la CIA. Se organizó un estado, llamado democrático, con dos grandes partidos. Los falangistas reciclados, con Suárez a la cabeza, representando a la derecha, y el PSOE, con Felipe González, para representar a la izquierda. Es el clásico bipartidismo que tenía la consigna de que el Partido Comunista no existiera. El PSOE fue largamente financiado con dinero de EEUU a través de Willy Brandt. Se armaron de una ley antidemocrática que, después de 30 años, todavía perdura. Es una ley tramposa, hecha a la medida de los dos grandes partidos para propiciar su alternancia en el poder. Quiero que quede reflejado un ejemplo: en las elecciones de 2004, el coste de un diputado del PP fueron 65.071 votos, el PSOE necesitó 66.522. A IU cada diputado le costó 261.000 votos.
IU: 1.269.532 votos = 5 escaños. CiU: 829.046 votos = 10 escaños.
PNV: 417.154 votos = 7 escaños. ERC: 649.999 votos = 8 escaños.
En Soria, el PP con 23.000 votos obtuvo 2 diputados. En Sevilla, IU con 86.000 votos no obtuvo ningún diputado.
Esta es nuestra modélica ley electoral y a ésto le llaman democracia. Esta es la Ley D´Hondt.
Todo esto jamás nadie se lo ha explicado al pueblo. Organizaron el Pan y Circo, hicieron del pueblo un vegetal que no piensa, salvo honrosas excepciones. Fútbol, mucho fútbol y el pueblo feliz leyendo el Marca.
Fernando Marañón. Militante del PCE y de IU-La Rioja. Octubre de 2007.
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