La Plataforma por una Vivienda Digna de La Rioja (PVD) quiere mostrar su disconformidad con la propuesta lanzada por el Alcalde de Logroño, Tomás Santos, y el Concejal de Desarrollo urbano, Miguel Gómez.
Desde la PVD consideramos que las medidas anunciadas suponen una continuidad en la política urbanística ya marcada por el Partido Popular, que en su día modificó el PGOU para incrementar en número de viviendas a construir.
Esta argumentación liberal, más propia de políticos como Rajoy o Revuelta, defiende más construcción como solución al problema ciudadano de acceso a la vivienda. No tienen en cuenta que en los últimos 10 años se han construido casi tantas viviendas en Logroño como en los 200 años anteriores, que se ha creado un modelo de ciudad basado en un desarrollo urbano insostenible, donde se ha esquilmado suelo, donde prima la dispersión demográfica, la despoblación del centro de la ciudad, el uso del vehículo privado y el consumo en grandes superficies comerciales.
Según el último planeamiento urbanístico en Logroño va a existir aproximadamente una casa por casa dos personas. En contraposición, el centro, y sobretodo el Casco Antiguo de la ciudad, sufren cada vez más la dejación y el abandono.
Esta construcción desmesurada no han supuesto en ningún caso el descenso en los precios de la vivienda, sino más bien todo los contrario.
Ante esto creemos que la solución al problema de vivienda en nuestra ciudad no puede pasar en ningún caso por la construcción de más viviendas, por mucho que la mitad de ellas sean protegidas.
Consideramos además que el anuncio de que la mitad serán protegidas es un caramelo envenenado. Esta claro que cuando la venta de viviendas libres baja la única salida que queda a los constructores para seguir manteniendo sus escandalosos beneficios es la VPO. Además, la construcción de viviendas protegidas en si misma ya no es la solución al problema. En primer lugar porque no se especifica el tipo de protección del que disfrutarán las viviendas. En los últimos años no solo se ha incrementado el precio de la vivienda libre, también de la protegida, lo que supone que cada vez sectores más amplios de la población no pueden acceder a ella, más teniendo en cuenta que modalidades de protección como el libre tasado rozan los precios de la vivienda libre.
Más peligroso nos parece aún las declaraciones del Concejal de desarrollo urbano, Miguel Gómez, y su interés por hacer la construcción de vivienda protegida “más atractiva a los constructores”, porque esa propuesta puede terminar por convertir la VPO más atractiva a los constructores que a los propios ciudadanos.
Para la PVD la solución al problema de la vivienda no pasa por la construcción de nuevos sectores, sino por la rehabilitación, el fomento del alquiler y de medidas que hagan sacar al mercado los más de 15.000 pisos vacíos que hay en nuestra ciudad. En este sentido saludamos propuestas como la del Ayuntamiento de Sevilla, que ha anunciado el incremento del IBI para la viviendas desocupadas. Consideramos que el gran reto del Ayuntamiento de Logroño no es la construcción de más viviendas, por muy protegidas que sean, sino por la rehabilitación de zonas consolidadas y el fomento del alquiler. En este sentido creemos que existe una gran oportunidad en el Casco Antiguo, donde la mayoría de las viviendas desocupadas son propiedad municipal. Es la oportunidad de volver a llevar a esta zona población joven, y la mejor forma de rehabilitar el Casco Antiguo tanto urbanística como socialmente.
Desde la PVD consideramos que las medidas anunciadas suponen una continuidad en la política urbanística ya marcada por el Partido Popular, que en su día modificó el PGOU para incrementar en número de viviendas a construir.
Esta argumentación liberal, más propia de políticos como Rajoy o Revuelta, defiende más construcción como solución al problema ciudadano de acceso a la vivienda. No tienen en cuenta que en los últimos 10 años se han construido casi tantas viviendas en Logroño como en los 200 años anteriores, que se ha creado un modelo de ciudad basado en un desarrollo urbano insostenible, donde se ha esquilmado suelo, donde prima la dispersión demográfica, la despoblación del centro de la ciudad, el uso del vehículo privado y el consumo en grandes superficies comerciales.
Según el último planeamiento urbanístico en Logroño va a existir aproximadamente una casa por casa dos personas. En contraposición, el centro, y sobretodo el Casco Antiguo de la ciudad, sufren cada vez más la dejación y el abandono.
Esta construcción desmesurada no han supuesto en ningún caso el descenso en los precios de la vivienda, sino más bien todo los contrario.
Ante esto creemos que la solución al problema de vivienda en nuestra ciudad no puede pasar en ningún caso por la construcción de más viviendas, por mucho que la mitad de ellas sean protegidas.
Consideramos además que el anuncio de que la mitad serán protegidas es un caramelo envenenado. Esta claro que cuando la venta de viviendas libres baja la única salida que queda a los constructores para seguir manteniendo sus escandalosos beneficios es la VPO. Además, la construcción de viviendas protegidas en si misma ya no es la solución al problema. En primer lugar porque no se especifica el tipo de protección del que disfrutarán las viviendas. En los últimos años no solo se ha incrementado el precio de la vivienda libre, también de la protegida, lo que supone que cada vez sectores más amplios de la población no pueden acceder a ella, más teniendo en cuenta que modalidades de protección como el libre tasado rozan los precios de la vivienda libre.
Más peligroso nos parece aún las declaraciones del Concejal de desarrollo urbano, Miguel Gómez, y su interés por hacer la construcción de vivienda protegida “más atractiva a los constructores”, porque esa propuesta puede terminar por convertir la VPO más atractiva a los constructores que a los propios ciudadanos.
Para la PVD la solución al problema de la vivienda no pasa por la construcción de nuevos sectores, sino por la rehabilitación, el fomento del alquiler y de medidas que hagan sacar al mercado los más de 15.000 pisos vacíos que hay en nuestra ciudad. En este sentido saludamos propuestas como la del Ayuntamiento de Sevilla, que ha anunciado el incremento del IBI para la viviendas desocupadas. Consideramos que el gran reto del Ayuntamiento de Logroño no es la construcción de más viviendas, por muy protegidas que sean, sino por la rehabilitación de zonas consolidadas y el fomento del alquiler. En este sentido creemos que existe una gran oportunidad en el Casco Antiguo, donde la mayoría de las viviendas desocupadas son propiedad municipal. Es la oportunidad de volver a llevar a esta zona población joven, y la mejor forma de rehabilitar el Casco Antiguo tanto urbanística como socialmente.
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