Señor presidente del Gobierno, señorías, el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds quiere hacer de este debate sobre el estado de la Nación un debate sobre la ciudadanía. Este no es el debate que inicia la campaña electoral, tampoco es el debate del rencor de la derecha, es el debate de los ciudadanos, el debate de los problemas y de las aspiraciones de la ciudadanía.
En ese sentido no compartimos el tono de mitin electoral que hemos visto en la intervención inicial del presidente del Gobierno, no compartimos su balance triunfalista de la legislatura y no porque nos sintamos fuera, sino precisamente porque nos sentimos dentro, nos sentimos comprometidos con la legislatura y con los mandatos de la misma. Esos mandatos de la legislatura en que los ciudadanos querían un cambio profundo en la política económica y social de este país para superar un modelo injusto e insostenible de desarrollo económico. Un mandato de legislatura en que los ciudadanos proponían una política exterior de paz frente a la Guerra de Irak. Y un mandato de legislatura en que los ciudadanos proponían también un modelo territorial de cooperación, de convivencia, frente a lo que había sido en la última fase de la legislatura del Partido Popular un modelo de crispación y de confrontación.
Pues bien, señorías, nuestro grupo parlamentario, a tres años del inicio de la legislatura y prácticamente en la fase final de la misma, tiene que hacer un balance crítica de la legislatura. Balance crítico desde la izquierda comprometida con los cambios. Y ese balance crítico tiene que ver con la estimación de las reformas, pero también con la crítica a la ausencia de cambios de izquierdas. Creemos que el Gobierno, sobre todo en las materias fundamentales, ha renunciado a los cambios de izquierdas. En muchos casos ha realizado alianzas a la carta, cuando no alianzas con el centro derecha y con los poderes fácticos. Por otra parte, se ha quedado en un Gobierno de reformas, es verdad que un Gobierno de reformas importantes, pero un Gobierno que ha renunciado al cambio de izquierdas. Esta es la opinión de mi grupo parlamentario y es lo que trataremos de argumentar en este debate.
No queremos con esta valoración crítica introducir en este debate ninguna parálisis, precisamente lo contrario. Decía Gabriel Celaya que de la izquierda es la insatisfacción. Nosotros queremos hacer ese balance insatisfactorio porque creemos que esa insatisfacción en estos momentos existe en buena parte de la sociedad y también porque esa política errática del Gobierno ha provocado el crecimiento de las expectativas de la derecha. Por eso, vamos a hacer este balance crítico, en primer lugar, para expresar nuestro compromiso con las reformas y con los cambios y, en segundo lugar, para proponerle al Gobierno no dar por amortizada la legislatura y relanzar la agenda de izquierdas. No dar por amortizada la legislatura quiere decir no convocar elecciones anticipadas porque ETA con la ruptura de la tregua no convoca elecciones en este país, ni tampoco los propagandistas de ETA convocan elecciones por la ruptura de la tregua, pero tampoco queremos que se dé lugar a un fin anticipado de la legislatura únicamente abriendo la campaña electoral, y algo de eso hemos visto en la intervención del presidente del Gobierno. En su intervención hemos visto un fin anticipado de la legislatura y la falta de ambición de lo que queda de legislatura en relación a los cambios de izquierdas. Le haremos propuestas al Gobierno para relanzar la agenda de izquierdas, para movilizar al electorado de la izquierda y para recuperar la iniciativa política.
Vayamos a las luces y las sombras. Señor presidente del Gobierno, nosotros reconocemos la evolución que se ha producido desde la fase final del Gobierno del Partido Popular, cómo no lo íbamos a reconocer. Ha mejorado la mayor parte de los parámetros económicos. Ha mejorado la situación social en nuestro país. Nuestro país hoy tiene más derechos y más libertades. Y la relación entre las distintas comunidades autónomas es una relación de cooperación mucho más constructiva que lo era en la época del Partido Popular. Pero es que el criterio de comparación, señor presidente, no es únicamente lo que hacía mal la derecha en este país. El criterio de comparación son las ambiciones de la izquierda; he ahí el criterio de comparación.
En relación a las ambiciones de la izquierda, pensamos que hay insatisfacción por la renuncia a los cambios. No se fije usted únicamente en la evolución del PIB, del empleo, no se fije usted únicamente en los datos macroeconómicos. Piense usted en una familia media española que tiene dificultades para llegar a fin de mes. Una familia media que dedica el 50 por ciento de su salario a la compra de una vivienda. Una familia media que tiene a varios de sus hijos con empleos precarios (es verdad, ahora con empleo, no los tenía antes.) Por ejemplo, en nuestro país hay 1.400.000 universitarios que trabajan en empleos que nada tienen que ver con su cualificación universitaria y hay 400.000 universitarios en paro, lo cual demuestra la pérdida de capital humano que existe todavía en nuestro país. Pues bien, esa familia no aceptaría ni vería ese mundo que usted dibujó en el día de ayer. Esa familia cree que tiene razones para la insatisfacción. Usted en el día de ayer trazó un cuadro en blanco sobre la situación del país. Es verdad que el Partido Popular siempre lo traza en negro y nosotros nos vemos obligados a buscar los grises. Pues bien, buscaré los grises, buscaré las razones de insatisfacción, no para la parálisis sino para nuevas ambiciones, para un nuevo relanzamiento del cambio de izquierdas.
Señor presidente del Gobierno, al igual que usted ocultó en el día de ayer las contradicciones sociales de nuestro modelo de crecimiento, ocultó también, anunciando un nuevo modelo de desarrollo, las contradicciones de nuestro modelo de desarrollo. No es cierto, señor presidente, por mucho que hayamos hecho un esfuerzo a lo largo de esta legislatura en I+D o en formación, que estemos en un nuevo modelo de desarrollo. Nuestro modelo de desarrollo sigue siendo sustancialmente el mismo que existía hace tres años, como no podía ser de otra manera. Se basa sobre el ladrillo, el consumo y los servicios, y nuestro modelo de desarrollo tiene huellas sociales y ecológicas muy negativas, señor presidente. Huellas sociales, por ejemplo, y le invito a que contradiga esta afirmación, que suponen que mientras los beneficios se incrementan en nuestro país durante un largo período decrecimiento de manera exponencial, los salarios se estancan y, por tanto, la polarización de la renta es prácticamente la misma o mayor que existía hace tres años. Los que más tenían, más tienen y los que menos tenían, menos tienen. Hasta el punto de que las informaciones con respecto a la evolución de la pobreza en nuestro país son informaciones muy preocupantes, estancados en el 20 por ciento de pobreza, según todos los datos internacionales. Señoría, se puede decir que avanzamos en estas materias, que el empleo es cada vez menos precario, que cada vez hay más empleo. Podemos decir también que cada vez hay más riqueza en nuestro país, pero el modelo de desarrollo sigue siendo profundamente injusto. Nuestro modelo de empleo es precario y dual, cada vez más dual entre los empleos muy cualificados y los empleos nulamente cualificados. Por otra parte, tenemos una bolsa de marginación y de pobreza que no logramos disminuir a lo largo del mayor período de crecimiento que ha habido en nuestro país en los últimos años. Si no logramos disminuir la pobreza en este período, ¿cuándo lo vamos a hacer, señor presidente?
Dentro de ese mitin electoral que interpreté fue su intervención del día de ayer, ha anunciado una nueva medida de carácter social. Ese tipo de apoyos a la familia, ese tipo de apoyos sociales tienen dos modelos, el modelo liberal, el modelo holandés, que es el modelo del dinero por niño nacido, el dinero a la familia, y el modelo socialdemócrata, el modelo del bienestar, que es la creación de servicios públicos y el reconocimiento de derechos. Señor presidente, menos cheques y más reconocimiento de derechos a los ciudadanos.
Señoría, en nuestra opinión, el principal problema es que la política económica del señor Solbes, que tanto ha alabado en el día de ayer, es una restricción insuperable -se lo digo claramente, señor presidente- para nuestras ambiciones sociales y ambientales. ¿Por qué? Porque mientras nuestro país converge con la Unión Europea en renta, nuestro país no converge en gasto social. Nuestro país: un 97 por ciento con relación a la renta media de la Unión Europea; 91 por ciento con respecto a la renta media de los Quince. Con respecto al gasto social, 62 por ciento del gasto social de la Unión Europea. Por tanto, nos separan de la Unión Europea siete puntos en gasto social, nuestro país gasta 70.000 millones de euros menos en gasto social que el gasto medio de los países miembros de la Unión Europea. Señor presidente, usted puede decir que el objetivo de la estabilidad económica, que las políticas económicas racionales le impiden estas ambiciones, pero no es verdad, porque usted ha dejado de ingresar, por la contrarreforma fiscal y por la obsesión por el superávit, miles de millones de euros anuales que podrían dedicarse al gasto social. Si usted no hubiera hecho la contrarreforma fiscal y si tan solo el objetivo hubiera sido la estabilidad macroeconómica, sin objetivo de superávit, podíamos converger con la media de gasto de la Unión Europea en ocho años, en dos legislaturas, como comprometía usted en su programa electoral y como no cumple a lo largo de estos tres años.
A lo largo de estos tres años, usted ha convergido con la Unión Europea a un 0,1 del PIB anual, y usted había comprometido converger con la Unión Europea a un punto del PIB anual. Nos parece muy importante esta crítica a la política económica y social de su Gobierno. Decía, y lo ampliará mi compañero Joan Herrera en su intervención, que esta política económica no solamente es una restricción insuperable para las ambiciones sociales, sino que también es una restricción insuperable para las políticas ambientales. Mientras ustedes sigan con la política de las grandes infraestructuras de alta velocidad, mientras ustedes sigan con la política energética y de hidrocarburos que se ha aprobado en esta Cámara, no podremos cumplir con los compromisos de Kioto, no podremos hacer un modelo de desarrollo sostenible en nuestro país.
Por último, quiero referirme a un dato que me ha llamado mucho la atención. En su intervención usted no ha hecho ni una sola referencia a uno de los mayores escándalos que existen en nuestro país: la especulación y la corrupción urbanísticas. ¿Sabe usted que Amnistía Internacional dice que hay quinientos cargos públicos en casos de especulación y corrupción urbanística y usted solamente ha hecho una referencia al urbanismo descontrolado? No, en nuestro país no tenemos un urbanismo descontrolado, tenemos un modelo de especulación urbanística que está corrompiendo a la política y, por tanto, que requiere acciones firmes por parte de un Gobierno de izquierdas. Alguna se ha tomado de forma puntual. Nosotros le emplazamos, señor presidente, a que tome acciones sistemáticas frente a la corrupción y a la especulación, a que ponga en marcha un plan contra la especulación y contra la corrupción. Señor presidente del Gobierno, decía que uno de los objetivos de la legislatura era la reforma del Estado, la convivencia entre las instituciones del Estado y la cooperación.
Señor presidente del Gobierno, ha hecho usted referencia a las reformas estatutarias. Nosotros hemos estado de acuerdo con ellas, hemos colaborado con su impulso, pero queremos también plantear aquí nuestras incertidumbres.
Existe una incertidumbre en la reforma del modelo de Estado, en primer lugar, en relación con la reforma del modelo de financiación de las comunidades autónomas. También existe una incertidumbre en la necesaria descentralización de la Justicia, que parece estancada en el Congreso de los Diputados y, sobre todo, existe una incertidumbre y una contradicción de fondo en la reforma del modelo de Estado con la falta de medidas por parte del Gobierno con respecto a la reforma del ámbito municipal y local. Ni ley de gobierno local ni nueva ley de financiación de las haciendas locales, señor presidente, compromisos del señor presidente del Gobierno en el debate de investidura que no tienen capacidad de bloqueo por el Partido Popular. Puede usted decir que la reforma constitucional o la reforma del Senado están impedidas por el bloqueo del Partido Popular pero no puede decirlo con respecto a la reforma del ámbito municipal.
Señor presidente del Gobierno, tampoco estamos totalmente satisfechos de su política exterior; una política exterior a medio camino entre el diálogo de civilizaciones y la política del síndrome compensatorio con los Estados Unidos. Estamos de acuerdo en los esfuerzos para la paz en Oriente Medio, estamos de acuerdo en los esfuerzos para reconducir nuestras relaciones con América Latina pero no estamos de acuerdo con compensar a los Estados Unidos por la retirada de tropas de Irak con la presencia de tropas en Afganistán y tampoco estamos de acuerdo con su política para el Sáhara y con su ceguera en relación con los aviones de la CIA y otras materias que a lo largo de la legislatura no han sido, precisamente, una muestra de compromiso con la Alianza de Civilizaciones ni de compromiso con una nueva política exterior.
Señor presidente del Gobierno, mi grupo parlamentario ha estado comprometido con las reformas y seguirá comprometido con ellas. Con la reforma de los derechos civiles, de los matrimonios del mismo sexo y de la Ley del Divorcio y la Ley de Identidad de Género; con las reformas de derechos sociales, con la Ley de Dependencia, con la Ley de Igualdad; con las reformas de los derechos ambientales, con la Ley del Suelo. En todas ellas, la influencia de nuestro grupo, el marchamo de nuestro grupo, es significativo. También seguiremos, señor presidente, con el proceso de paz. Nos ha dado la impresión en relación con una novela de Saramago, In nomine dei, que estábamos en la ciudad de Menster, entre la violencia y la intolerancia; la violencia de ETA, que es la única responsable del fin de la tregua pero también la intolerancia de quienes han boicoteado la tregua de principio a fin en este país: la derecha. La derecha organizada política, social e institucionalmente ha apostado por el fracaso de la tregua no por razones importantes –como podría ser su desconfianza ante el futuro del país-, sino por razones mucho más pedestres, por una única razón, por sectarismo político, por que la tregua no pudiera terminar en un éxito con un Gobierno de izquierdas. Por eso, señorías, en estos momentos donde la seriedad de la amenaza de ETA es muy importante debe haber un acuerdo entre las fuerzas políticas y un acuerdo con marchamo parlamentario. Porque si ha habido un acuerdo con marchamo parlamentario para dar lugar a la cobertura de la tregua mucha más razón hay hoy para llegar a un acuerdo frente a la amenaza de la violencia de ETA. Hubo un acuerdo porque hubo una resolución en el marco del Parlamento que le permitió al Gobierno la cobertura para el diálogo con la organización terrorista ETA.
Señorías, señor presidente, creemos que existen bases para el relanzamiento de las reformas, que las reformas deben transformarse en un cambio de izquierdas, que el final de la legislatura no puede ser anodino, debe ser un final que profundice en las reformas y que avance en el cambio de izquierdas. Le proponemos incrementar el salario mínimo y tomar medidas de calidad en el empleo más allá del 25 por ciento que usted se propone; le proponemos un derecho efectivo a la vivienda de alquiler y cánones para los tres millones de viviendas vacías que den lugar a un derecho efectivo en nuestro país; le proponemos triplicar el presupuesto de la Ley de Dependencia, como usted ha propuesto un gasto similar para apoyar la natalidad; le proponemos un pacto frente a la especulación y la corrupción urbanística; le proponemos un plan de cambio climático y cierre de centrales nucleares; le proponemos un plan de integración y derecho de voto de los inmigrantes; le proponemos un estatuto de laicidad y libertad de conciencia, dotando a la educación y a la investigación en nuestro país más allá de lo que se ha hecho a lo largo de los últimos años; le proponemos otra política exterior para Afganistán y para el Sáhara; le proponemos avanzar en la memoria histórica; un pacto frente al terrorismo y por la paz y la ley de gobierno y de financiación local.
Como ve, señor presidente, queremos que esta legislatura sea una legislatura de cambios de izquierdas y proponemos cambios de izquierdas para los próximos meses.
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